AGNOSTICISMO
-Padre Jordi RiveroVer también: ¿Dios
existe?
Agnosticismo es la posición que limita el conocimiento a la experiencia sensual
o empírica verificable. Rechaza la posibilidad de conocimiento sobrenatural y
por lo tanto la posibilidad de saber si Dios existe.
Es diferente del ateísmo
El filósofo Kant (1724-1804) preparó el camino a la popularización de esta
posición pero la palabra "agnosticismo" es de T.H.. Huxley
(1869) para quien significó el rechazo de la metafísica.
Agnosticismo no es lo mismo que ateísmo (negación de la existencia de Dios). Su
premisa es que no se puede saber si existe o no. Por eso rechaza cualquier
pronunciamiento a favor o en contra de la existencia de Dios.Algunos cristianos, paradójicamente, toman una posición que parte de los mismos
principios del agnosticismo. Como los agnósticos, creen que la existencia de
Dios no se puede conocer por la razón y que por lo tanto la fe es
irracional. Pero deciden dar un total "salto en fe"
(irracional). Por eso rechazan la apologética (el uso de argumentos
razonables para explicar y defender la fe). Pretenden creer por la
"fe sola", sin ninguna asistencia de la razón. Para ellos la razón es
mas bien un obstáculo a la fe.El Concilio Vaticano I (1869-1870), reafirmó la posición católica:
La existencia de Dios se puede conocer por el uso de la sola razón
natural. La razón es un don natural de Dios por el cual El nos ayuda a
conocer su existencia. (Cf. Sabiduría 13; Romanos 1:20).
La búsqueda y el conocimiento de la existencia de Dios descubierta por la razón
nos disponen a recibir la Revelación divina, necesaria para conocer la esencia
de Dios (quién es Dios).
Según el Catecismo, el agnosticismo es una ofensa contra el Primer
MandamientoEl agnosticismo en el Catecismo
2127 El agnosticismo reviste varias formas. En ciertos casos, el agnóstico se
resiste a negar a Dios; al contrario, postula la existencia de un ser
trascendente que no podría revelarse y del que nadie podría decir nada. En
otros casos, el agnóstico no se pronuncia sobre la existencia de Dios,
manifestando que es imposible probarla e incluso afirmarla o negarla.
2128 El agnosticismo puede contener a veces una cierta búsqueda de Dios, pero
puede igualmente representar un indiferentismo, una huida ante la cuestión
última de la existencia, y una pereza de la conciencia moral. El agnosticismo
equivale con mucha frecuencia a un ateísmo práctico.
Ver: Encíclica
Fe y Razón de Juan Pablo II.
Un agnóstico nos escribe:
Hola Padre, mi nombre es ______, tengo 19 años. El motivo por el cual le
escribo es porque investigando sobre la ouija, llegue a ver su página, y leí
los testimonios de la gente que sufrió por este juego y sus respuestas, lo que
me provocó escribirle no es el juego, sino las respuestas que usted da a las
personas que no encuentran un camino o solución a sus dudas, y yo tengo muchas.Soy estudiante de Astronomía, dedico mi vida a la ciencia y no creo en nada que
no puedo ver o comprobar. Cuando nací fui bautizada, mi familia es católica,
pero nunca me inculcaron la religión, no voy a la Iglesia y siempre fui a
colegios católicos, a la edad de 10 años tomé la primera comunión, para mi no
fue más que algo como una obligación y lo tomé muy a la ligera, a los 10 años
no se es muy consciente de lo que significa eso. Con el tiempo fui
cuestionándome mucho la existencia de un Dios y mientras crecí y descubrí mi
pasión por la ciencia y explicar todo lo que ocurre a mi alrededor perdí la
poca fe que tenia y me di cuenta de que no creo en Dios, o al menos no sé si
existe y nunca lo voy a saber, nunca lo vi presente en mi vida y todavía no lo
veo. Hablé con muchos catequistas de mi colegio y les comenté mis dudas, pero
nadie pudo convencerme o abrir mis ojos y es el día de hoy que sigo pensando
igual y cuanto más hablo del tema, más dudo.El problema no es que niego a Dios, no soy atea, sino que no estoy segura de su
existencia y no encuentro manera de sacarme las dudas. A mi alrededor tengo
mucha gente que cree en Dios y que es fiel a la religión católica, y al verlos
no entiendo qué los mueve, yo no soy una persona egoísta, ayudo a los demás
dentro de lo que me es posible, pienso en el prójimo y no hago mal a nadie, mi
vida sería como la de un buen cristiano, sólo que no creo en Dios y tengo miedo
de equivocarme en mi forma de pensar, por eso investigo y hablo sobre mis
dudas, pero nada logra convencerme de que estoy equivocada y no puedo creer en
algo que no soy capaz de ver o de probar. Sé que no soy la única que siente
esto, pero no estoy tranquila, vivo en la duda y eso es algo espantoso.Me gustaría que me responda y me de su opinión o su consejo, lo necesito mucho,
no me pida que rece o algo así, porque sería hipócrita de mi parte hacerlo,
sólo necesito algo para creer o no creer, pero estar segura.No piense que busco una salida fácil, sé muy bien que la respuesta a mis
preguntas debería encontrarla en mí, pero llevo muchos años buscando y no
consigo nada. Espero que dentro de sus posibilidades encuentre las palabras
correctas para mi, al leer sus respuestas vi a una persona que sabe hablar con
la gente y por eso acudí a usted.Desde ya le agradezco mucho su tiempo y espero recibir una respuesta.Lo saluda atentamente, ___________
RESPUESTA
Estimada _____:
Dios te bendiga.
Primero es importante aclarar que NO existe verdadero conflicto entre
ciencia y religión. Digo "verdadero" porque muchos crean ese
conflicto falsamente. La Iglesia siempre a promovido las ciencias. Dios nos ha
dado inteligencia para que descubramos las maravillas de la creación y las
utilicemos para el bien. No nos hizo robots sino hijos libres, capaces de
cooperar con El haciendo un mundo mejor. El conflicto ocurre cuando se
quiere utilizar la ciencia contra los derechos del hombre o cuando se quiere
utilizar la religión para detener el buen uso de la ciencia. Infinidad de
científicos, tanto astrónomos como de otras ciencias, son creyentes. Incluso el
famoso Galileo fue creyente y murió creyente. El penoso caso de su conflicto
con la Iglesia, por el que el Papa ha pedido perdón no refleja la realidad de
la relación entre fe y ciencia.(Sobre este tema ver: Galileo). A mi
también me gusta mucho la ciencia. Por eso estudiaba ingeniería cuando Dios me
llamó al sacerdocio. Ver también: Encíclica Fe y Razón de
Juan Pablo II)La razón es capaz de descubrir que hay un orden maravilloso en la creación (el
cual habrás descubierto ya en la astronomía). En ella descubrimos orden,
belleza, funcionalidad, poder, maravilla.... El universo se despliega ante
nosotros cada vez con mas sorpresas que el hombre no termina de penetrar pues
siempre hay mas y mas, nuevas estrellas, mas maravilla.... Todos los
científicos de toda la historia puestos juntos no abarcan semejante maravilla.
Esta realidad nos invita a comprender nuestra pequeñez y la grandeza que nos
supera. Que diremos entonces, ¿que todo se creó solo, por pura casualidad?,
¡absurdo!. Mas bien todo nos indica que hay un creador.
Reconocer que exista un ser superior a nosotros, infinitamente sabio y poderoso
que creó y guía todas las cosas es perfectamente razonable, al menos si somos
humildes. Ejemplo: Si veo una computadora, puedo aceptar que alguien mas
inteligente que yo la haya inventado. Puede que con el tiempo yo vaya
entendiendo como la hizo y admiraré entonces aun mas su genio, pero sería
irrazonable pensar que la computadora se hizo sola. La misma ciencia nos
enseña, según la ley de entropía, que todo tiende al desorden, al caos, si
no lo sostiene y guía una fuerza superior. Nada se ordena solo, nada se diseña
solo. Que decir entonces de la creación del universo? En este caso se
manifiesta una autor infinitamente sabio y poderoso. Cuanto mas estudio
mas me maravillo del creador, quien es la plenitud de ese orden, belleza...
maravilla, en otras palabras: Dios.Me dices que te resistes a creer en aquello que no puedes ver. Sin embargo
esa posición, ¿es de verdad científica?. Sabrás que gran parte de los
descubrimientos comenzaron por una intuición, a veces por un accidente.
Se plantea después una hipótesis en torno a la cual se investiga. Mas tarde
puede que se llegue a comprobar. Pero la verdad no comenzó a existir con la
prueba. La prueba solo abrió el camino para tener certeza de la verdad. También
nuestro encuentro con Dios comienza con una intuición que El planta en nuestro
corazón y se requiere un proceso de búsqueda y verificación. Creo que esta
búsqueda ya ha comenzado en tu corazón. ¿Pero como verificar en este
caso? Hay verdades que trascienden a la física y los sentidos y no se
pueden someter al laboratorio. ¿Has visto el amor, el perdón, la paz?
¿Son estas realidades espirituales inferiores o superiores a las cosas
materiales? Los sentidos nos dan pistas. Podemos ver, por ejemplo, en los
rostros, cuando en un hogar hay amor. Pero lo que vemos no es mas que un
reflejo. La verdad espiritual es mucho mayor que los sentidos. No todas las
estrellas se ven a simple vista y se necesitan telescopios de diferentes
grados. Igualmente has de aprender los medios apropiados para buscar a Dios.
Hay que saber que "telescopios" usar. Los métodos son diferentes pero
no menos rigurosos. No es cuestión de creer por creer. El encuentro con la
verdad se verifica a través de un proceso en el que se constatan los frutos,
experimentamos en nuestros corazones la fuerza del amor, perdón, justicia y
paz.
Tu dices: "yo no soy una persona egoísta, ayudo a los demás dentro de lo
que me es posible, pienso en el prójimo y no hago mal a nadie, mi vida sería
como la de un buen cristiano". ¿Como sabes que eres buena, que existe la
bondad, que es bueno pensar en el prójimo, que no debemos hacer mal?
Estos valores universales Dios los ha puesto en nuestros corazones. Cuando los
vemos en práctica nos damos cuenta que ahí esta el bien. Igualmente cuando
leemos los Evangelios nuestro corazón puede verificar que ahí está el sumo
bien.
Los sabios creyentes, como los magos de oriente, buscan a Dios en las
estrellas. ¡Muy bien! Experimentan un gran gozo en lo que descubren. ¡Muy bien!
Pero no pueden quedarse solo mirando hacia arriba. Hay entonces que llegar
hasta las últimas consecuencias de lo que nuestro corazón ha encontrado. Dios
se ha manifestado. No podemos exigirle a Dios mas pruebas según nuestro antojo.
El ha dado ya las necesarias. Pero para reconocerlo se requiere una virtud
indispensable: la humildad. Permítele a Dios que te sorprenda, como a los
reyes magos. Las estrellas te guiarán hacia Dios pero llegará el momento en que
tendrás que bajar la cabeza y descubrir, como ellos, que aquel que creó las
estrellas y está muy por encima de ellas, nos amó tanto que se hizo niño y se
confió en los brazos de Su Madre, María, precisamente para llegar a nosotros en
forma visible, sin que Su infinita majestad nos parezca obstáculo. Ante tanto
amor, el humilde se maravilla, pero el soberbio aun objetará diciendo: "¿Como
puede Dios ser un pequeño bebé ?".
Me dices que no te pida que reces porque no tienes fe. Pero sí veo que tienes
anhelo por la verdad. Estas buscando. Eso vale. Pídele entonces a Dios que te
de fe. No puedes conocer a nadie con quien rehúsas hablar. Habla con Dios con
sinceridad, desde tu realidad. Dile que quieres conocerle. Escúchale. Toma el
Evangelio, lee despacio, meditando la vida de Jesús. Verás que tu corazón
encontrará una luz superior a las estrellas: Su amor infinito por nosotros,
amor que no cabe en la probeta del laboratorio ni en los confines del universo,
pero que nuestro corazón anhela porque fue creado para El. La fe es un don que
Dios quiere darte. Tu carta es señal de la inquietud de tu corazón.
La ciencia tiene su importancia pero no lo es todo. Para pensar dependemos
de nuestro cerebro que es parte de la naturaleza. Dependemos además de las
leyes y límites que rigen la naturaleza. No digo esto para quitar mérito a
los científicos. Al contrario, creo que tienen un papel importante que jugar en
el avance de la humanidad. Pero el hombre debe ser capaz de reconocer que está
ante fenómenos que le superan. Debemos seguir abriendo horizontes con la
ciencia, pero al mismo tiempo el corazón busca razones mas allá. La ciencia nos
enseña "como funcionan" muchas cosas pero no explica el "por
qué" de ellas ni tampoco de nuestra existencia, del amor, de la muerte...
¿Por que existen esas estrellas?, ¿Por qué es malo hacer experimentos con seres
humanos? La ciencia no puede "ver" ni responder. Sin embargo el
hombre puede descubrir en su corazón la respuesta. El hombre descubre que
toda la ciencia necesita ser analizada según los requisitos del amor. Pues bien
ese amor es Dios.Así, venciendo la falsa dicotomía entre ciencia y religión, comprendiendo que
mas bien son dos caminos válidos y complementarios hacia el encuentro con Dios,
podrás encontrar a Nuestro Padre. Pero recuerda, se requiere humildad.